CUEVAS DE SÉSAMO. En la calle del Príncipe. Aunque ahora sea uno de los lugares obligatorios para que los guiris se tomen una sangría, en origen era un lugar de encuentro para las tertulias literarias. Su historia se remonta a mayo de 1951 y muy pronto se convirtió en uno de los sitios preferentes de literatos y artistas. Autores como Luis Goytisolo, Juan Marsé y Alfonso Grosso se dieron a conocer a raíz de la obtención del premio Sésamo de novela