LAS BRAVAS. En Álvarez Gato 3 (Callejón del Gato). Abrió en 1933 como taberna de vinos y licores y con el tiempo se fue transformando. Tres son sus especialidades: las patatas bravas (las mejores y auténticas), la tortilla y el pulpo. Y lo verdaderamente curioso del local son los espejos mágicos, cóncavos y convexos, de la fachada, que hacen propaganda a los productos de la casa y reflejan las imágenes de los clientes: extremada delgadez a la entrada y obesidad desbordante a la salida. No son los espejos que viera Valle-Inclán en una antigua y desaparecida ferretería por aquí enclavada, pero, sin embargo, evocan su recuerdo. Las figuras grotescas y deformes que reflejaban a quien en ellos se contemplaba, causa de incesante peregrinación jocosa de los madrileños, fueron utilizados por Valle-Inclán para explicar el concepto de "esperpento" en su obra Luces de bohemia