CHICOTE. En la Gran Vía 12. Abierto en 1931 por Perico Chicote, que empezó como ayudante de barman en el Hotel Ritz y también pasó por otro mítico bar, el Pidoux. Este templo del cóctel madrileño, en el que había que estar si se pretendía ser alguien socialmente, ha sabido conservar lo mejor de su historia, con ese toque canalla y a la vez, glamuroso, sin perder el tren de la modernidad. Siempre hubo en él huríes de cobro mezcladas con los clientes, esperando que alguien pagara su consumición para, si se llegaba a un acuerdo, pasar después a mayores. Los muebles de Chicote están protegidos por Ley, por lo que se puede uno sentar en los mismos sillones en los que lo hizo Ava Gardner, Grace Kelly o Frank Sinatra

                       

                                                                                  
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