EL ABUELO. En la calle de la Victoria 12. Fue en 1906 cuando esta taberna con el nombre de La Alicantina abrió sus puertas y en sus primeros años empezó a ser famosa por sus rosquillas y su vino dulce (El Abuelo). En los años 20 y 30 por los bocadillos de sobrasada y anchoas, y, tras la Guerra Civil, se decidieron a introducir en el menú lo que más tarde se convertiría en el secreto de su éxito: las gambas, primero a la plancha y después también al ajillo. Y siempre el vino dulzón procedente de Alicante