BODEGÓN DEL TRAGANILLOS. En la calle de Tudescos. Primera mitad del siglo XVIII. Punto de encuentro de maleantes, borrachos y rameras, había en la trastienda una “escuela de carteristas” y era el lugar donde se reunía la banda de Luis Candelas, que con la discreción debida, disfrutaban de buen vino, buenas cantaoras, buena compañía femenina y escondite en caso de apuro. La calle de Tudescos fue siempre famosa en los anales de la picaresca madrileña por sus tabernas, sus casas de huéspedes y de otras no menos hospitalarias para el amor furtivo

                       

                                                                                  
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