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29     EL ARADO

l arado, que se usa para abrir surcos y remover la tierra, es una herramienta agrícola utilizada desde los tiempos prehistóricos. Su misión es dejarla esponjosa y mullida para facilitar la penetración del aire y agua, y por tanto, el crecimiento de la planta a cultivar. Los primeros fueron probablemente ramas de árboles con forma de horquilla, uno de cuyos extremos se utilizaba para cavar en la tierra, y el otro o los otros se usaban como mango. El instrumento podía empujarse o ser arrastrado por cuerdas que se ataban a una persona o a un animal.


Arado rudimentario en el antiguo Egipto
Arado rudimentario en el antiguo Egipto

Los romanos introdujeron el arado con una cuchilla de hierro, que con alguna variante es prácticamente el que se ha venido usando hasta mediados del siglo XX, coincidiendo con la sustitución de los animales de tiro por los tractores.


Arado romano
Arado romano

En Criptana se usó mucho el arado que aquí llamábamos de gancho, parecido al romano pero en hierro. Iba tirado por una yunta de mulas, que se uncían a él por medio del timón (la lanza) y el yugo (la toza). Elementos auxiliares eran las orejeras, para romper las raíces de la hierbas que se iban encontrando y para hacer los surcos más anchos. Y también la vara de gavilanes o aguijada, largo astil terminado en una pequeña punta metálica plana, que servía para limpiar la reja de tierra y hierbas adheridas, rectificar la dirección del arado y de apoyo o sostén del labrador que iba tras el arado.


Arado de gancho
Arado de gancho
Imagen y notas tomadas del estudio sobre la Agricultura Tradicional en Campo de Criptana, publicado por mi amigo Paco Valera Martínez-Santos en
https://www.campodecriptana.info/hemeroteca/descargas/otras-publicaciones


Arado de gancho
Arado de gancho con esteva de dos puños

Y con alguna diferencia al arado de gancho era el de garabato, más pequeño, que en lugar de lanza llevaba dos varales para poder ser tirado por una sola mula y con esteva de uno o dos puños. Se usaba mucho en las viñas por caber entre los hilos de cepas.


Arado de garabato
Arado de garabato y vara de gavilanes

Otro arado era el de vertedera, muy empleado para levantar los rastrojos después de la siega, y que era tirado generalmente por un par de mulas, aunque si el terreno era muy duro se ponían varias yuntas en reata. Existían varios tipos, pero en todos ellos la hoja o vertedera volteaba la tierra para airearla.


Arado de vertedera
Museo del carro de Tomelloso. En primer término, un arado de vertedera

Arado de vertedera
Arado de vertedera arrastrado por cuatro mulas en reata

Importante en aquellos tiempos era la figura del herrero, pues después de estar arando dos o tres jornadas, la reja se desgastaba y precisaba aguzarse. Y es así, que al llegar el sábado o cualquier día por las tarde cuando se venía del campo, después de dejar las mulas en la cuadra y echarles la pastura, había que acercarse a la fragua con las rejas sobre el hombro. El herrero las ponía al fuego, generalmente de carbón mineral de hulla, avivado por el aire de un gran fuelle. Cuando una reja estaba al rojo vivo el herrero la sacaba para colocarla en la bigornia sobre el yunque, donde se realizaba el moldeo. Y si no había más operarios, era el propio gañán o agricultor quien tenía que ir machacándola con un pesado macho al compás que marcaba el herrero con su martillo de bola, con el que remataba el afinado. Terminado el moldeo, se introducía la reja en agua con aceite varias veces para darle el temple necesario. Y ya estaba la reja de nuevo lista para ser usada.

Ese rato también servía de distracción y para contar las cosas que cada uno había hecho durante el día. Y también para contar alguna mentira que otra.


La fragua
La fragua

En las fraguas también se forjaban y arreglaban otros aperos del campo, utensilios de hierro de todo tipo, goznes, bisagras y rejas para balcones y ventanas.

En aquellos tiempos que el dinero escaseaba, los agricultores solían hacer una iguala con la fragua, abonando una cantidad fija al año y asegurándose el servicio. El pago se realizaba después de la cosecha del cereal o pasada la vendimia.

En Criptana había varias: la de Antonio Romero en el Tumbillo, la de Jose Vicente Arteaga en la calle de la Concepción, la de Canalejas, la de Cabila, la de Peina, Rosario Salido, Pepe Torres, Matías, Sebastián Casero, Lilla, Rafael Sánchez... Esta última es la que más recuerdo, pues eran vecinos en la calle reina Cristina, donde vivíamos. Trabajaban el padre —antes fue el abuelo— y los tres hijos, y todos decían de ellos que lo hacían con esmero y maestría. El pequeño, Ragüita, que murió muy joven, era de mi edad y compañero en alguna época en el colegio; de chaval era de los mejores jugando a las canicas. Tenían por costumbre parar a media mañana para almorzar..., pero en su casa: cerraban el taller y cuando pasaban por nuestra puerta, con sus mandiles de cuero y llenos de tizne las manos y hasta la cara, mi madre, si los veía, sabía sin mirar el reloj la hora que era, y si iba en sus quehaceres sobrada de tiempo o tenía que apretar porque llegaba tarde.


Rafael Sánchez, el herrero

Rafael Sánchez, el herrero
Procesión de la Virgen de Criptana en 1948. En el centro, Rafael Sánchez, el herrero

Mucho de todo esto empezó a cambiar en la década de los 60 del siglo pasado con la llegada del tractor, que además de su capacidad para desplazar remolques agrícolas podía realizar otras tareas mediante el acoplamiento de diversos aperos, entre ellos los distintos tipos de arados, y que se añadía al empleo cada vez mayor de maquinaria en el campo. Fue así como empezó la desaparición paulatina de carros y mulas y la evolución hacia otras formas de entender la agricultura.


Tractor Lanz D-3806
Tractor Lanz D-3806

Mucho han cambiado también los tractores, al principio traídos de fuera. El primero de fabricación nacional fue en 1956, un Lanz D-3806 de la factoría Lanz Ibérica de Getafe, creada por un consorcio entre las empresas Ricardo Medem, Nueva Montaña Quijano y la propia firma concesionaria Hernrich Lanz, que ya fabricaba en Alemania tractores desde 1939, y que fue absorbida en 1961 por la empresa americana John Deere. Hoy son cada día más sofisticados.


Tractor arando